Las medidas de choque planteadas por la consejera de educación de la Junta de Extremadura para mejorar la calidad y la equidad educativa recaen en los errores cometidos en la era Ibarra y suponen un llover sobre mojado que, en lo fundamental, no servirán para los objetivos propuestos si continúan olvidando el factor humano. Es evidente que hace falta invertir en nuevas tecnologías, pero no es obligatorio comenzar la casa por el tejado, como está haciendo la Junta en todo lo referente a nuevas tecnologías, reflejo de una política hecha a la carrera. Se compra y envía el material a los centros y, después, se forma a los docentes. Los "ordenadores de Ibarra" todavía duermen sobre los pupitres por falta de uso. Y no estamos en Extremadura tan boyantes de dinero como para que una inversión tan cuantiosa como la dotación de un ordenador por alumno se haga a costa de recortes en otras áreas, por ejemplo la dotación de personal a los centros.
En cuanto a las otras medidas planteadas por la consejera, no hay nada de nuevo. Las becas para los libros de texto ya se están otorgando desde hace muchos años, pero se ahorrarían más las familias extremeñas si realmente se cumpliesen religiosamente los 4 años que deben mantenerse unos determinados libros de texto en los centros y que, en los institutos sobre todo, con la llegada de un nuevo profesor cambia el libro. Tampoco se hace nada por incentivar al profesorado a "olvidarse" un poco de los libros de texto y buscar materiales didácticos alternativos que se adecuen más a las características de cada centro y cada aula.
El plan de refuerzo por las tardes para los alumnos con riesgo de suspender en junio es algo que ya se está realizando de manera voluntaria en los centros que lo han solicitado, ¿qué hay de nuevo en la medida?
La cualificación profesional para los alumnos que no finalizan la ESO se viene realizando a través de los planes de garantía social y, por cierto, con un índice muy bajo de reinserción al sistema educativo formal. Ahora, sin embargo, se llamarán "programas de cualificación profesional", pero ¿sólo cambiará el nombre o introducen elementos innovadores que mejoren lo anterior?
En cuanto a las infraestructuras educativas, es necesario, desde luego, que se construyan las que hagan falta, pero eso no debe implicar que se olvide de adecuar las existentes, porque, por poner un ejemplo, nuestra región está llena de centros de infantil, primaria y secundaria con un sistema de calefacción deficiente y posiblemente nuestros hijos e hijas pasen más frío en sus aulas que los finlandeses en las suyas, pese a ser el nuestro un país mucho más cálido.
Mejorar la calidad y equidad educativa, acercarnos a los niveles medios nacionales y europeos no es algo que se resuelva con los parches que el Consejera propone: se necesita apostar abiertamente por la formación y actualización del profesorado, por su incentivación profesional y por desarrollar un modelo educativo propio, que no sea una copia del modelo central trasladado a Extremadura, sino que se adapte a las características de nuestra comunidad autónoma que es, a ver si terminamos de enterarnos, una comunidad eminentemente rural.
Julio Alejandre
Candidato nº 1 por IU al Congreso de los Diputados por Badajoz
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