De intención, porque nos incitan continuamente a consumir mediante publicidad engañosa o manifiestamente falsa. ¿Y quién controla y sanciona eso? ¿No es justo y necesario que el estado que financiamos y elegimos entre todos nos proteja ante el acoso y el engaño de la publicidad? ¿No se debería sancionar con la misma fuerza a quien nos asegura que su automóvil es el número uno mundial sin que eso sea cierto? ¿O a quien nos ofrece dinero sin preguntas, o a quien nos ofrece unos servicios que después no se realizan, que nunca se han realizado? ¿Al que nos promete, probado ante notario, felicidad, seguridad, salud, calidad de vida ..? Y, sin embargo, en este frente estamos los ciudadanos más expuesto que en ningún otro, más indefensos, más desvalidos.
domingo, 10 de febrero de 2008
LA DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES
LA DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario